Investigadores de la Universidad de Illinois estudiaron los efectos de un régimen de ejercicio de 12 semanas en 148 aviadores de la Fuerza Aérea en servicio activo, la mitad de los cuales también recibieron una bebida nutritiva dos veces al día que incluía proteínas; el ácido graso omega-3, DHA; luteína; fosfolípidos; vitamina D; Vitaminas B y otros micronutrientes; junto con un compuesto promotor de los músculos conocido como HMB.
Ambos grupos mejoraron en la función física y cognitiva, con beneficios adicionales en aquellos que consumían regularmente la bebida nutricional, informa el equipo.
Los hallazgos, que aparecen en la revista Scientific Reports, muestran que los participantes fueron asignados al azar a los dos grupos. El régimen de ejercicio combinó entrenamiento de fuerza y desafíos de aptitud aeróbica en intervalos de alta intensidad. Un grupo recibió la bebida nutricional y el otro consumió una bebida placebo que carecía de los nutrientes añadidos. Ni los investigadores ni los participantes sabían quién recibió la bebida enriquecida con nutrientes o el placebo.
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“El efecto del ejercicio por sí solo mejoró la fuerza y la resistencia, la movilidad y la estabilidad en todos los participantes. asimismo, también vieron mejoras en varios indicadores de la función cognitiva. Los participantes tenían mejor memoria episódica y procesaban la información de manera más eficiente al final de las 12 semanas. Y obtuvieron mejores resultados en las pruebas que requerían que resolvieran problemas que nunca antes habían encarado, una aptitud llamada inteligencia fluida”, dijo Aron Barbey, profesor de psicología en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, quien dirigió el estudio con el investigador postdoctoral Christopher Zwilling.
“Aquellos participantes que consumieron el suplemento nutricional vieron todas estas mejoras y mucho más. Por ejemplo, pudieron retener mejor información nueva en su memoria de trabajo y tuvieron respuestas más rápidas en las pruebas de inteligencia fluida que los que tomaron el placebo”, dijo Barbey.
La potencia física aumentó en ambos grupos como resultado del entrenamiento físico, dijo Zwilling. “La potencia es una medida de la aptitud física que se basa en varios factores, como qué tan rápido un participante puede tirar de un trineo pesado a una distancia determinada, qué tan lejos pueden lanzar una pelota con peso y cuántas flexiones, dominadas o sentadillas pueden realizar en un período de tiempo establecido”, dijo.
El entrenamiento físico redujo el porcentaje de grasa corporal de los participantes y aumentó su eficiencia de absorción de oxígeno, o VO2 máx. Los aviadores posteriormente se desempeñaron mejor que inicialmente en varios indicadores de función cognitiva. El más notable de ellos fue un aumento en la precisión de sus respuestas a problemas diseñados para medir la inteligencia fluida.
“Pero también queríamos saber si tomar el suplemento confería una ventaja más allá del efecto del ejercicio”, dijo Zwilling. “Vimos que lo hizo, por ejemplo, en relación con la frecuencia cardíaca en reposo, que bajó más en los que tomaron el suplemento que en los que no lo hicieron.
”Los participantes que consumieron la bebida nutricional también vieron mayores mejoras en su capacidad para retener y procesar información. Y su tiempo de reacción en las pruebas de inteligencia fluida mejoró más que el de sus compañeros que tomaron el placebo, encontraron los investigadores.
Ahí lo tienes: Los batidos de proteínas enriquecidos para acompañar el ejercicio físico no sólo son buenos para el cuerpo sino también son excelentes para el cerebro.
(Fuente: Universidad de Illinois)
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– Traducido al español por Aletheia Jurado