Este equipo de abuela-nieta ha estado haciendo casas de hadas durante años, pero cuando llegó el COVID-19 se pusieron a trabajar creando pequeñas viñetas mágicas que podían colocar afuera para que la comunidad las disfrutara.
El recorrido de las hadas comienza en una calle del estado de Nueva York, en un pequeño buzón junto a un árbol que contiene una lista de cada casita y su nombre: 14 en total.
Una flecha señala el camino hacia un hermoso jardín lleno de flores donde las casas están ubicadas entre vegetación y flores coloridas.
La primera parada del tour de Finger Lakes es “Los Botones de Bernie”: una casa redonda de mosaicos con una puerta de color rosa brillante y joyas que brillan al sol. Está hecho de una lata, yeso de París, botones viejos, purpurina y cuentas.
“Nos encanta usar cosas que se pueden reciclar y otros objetos encontrados, como botones viejos”, dice la abuela Carol. “Disfrutamos especialmente haciendo los caminos. Sólo usamos yeso de ferretería e insertamos todo tipo de cosas, desde guijarros hasta purpurina y joyas de plástico”.
La siguiente parada es “Finley’s Shanty”, donde un antiguo camino de piedra da la bienvenida a las hadas visitantes para entrar por la puerta redonda de madera. Una enorme bola de cristal brilla con misteriosos poderes. Un pequeño letrero hecho a mano dice “Bienvenidos” y un banco de alambre decorativo invita a las hadas cansadas a sentarse durante un rato.
¿A dónde van las hadas a almorzar? “Vaina de frijoles”.
“Las hadas pueden sentarse junto a la cascada y colarse en el jardín de mi abuela para robar frambuesas frescas”, según la nieta. “También pueden jugar al tic tac”.
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Después del almuerzo, las hadas pueden dirigirse a “Flo’s Creek” para sentarse bajo la glorieta y leer o coleccionar petunias rosas.
“Aqua’s Flip Flop Inn” parece muy atractivo para nadar, pasear en bote o simplemente para relajarse bajo el sol y la arena.
La posada tiene un techo de color turquesa incrustado con conchas, una puerta de arco iris y un castillo de arena de una pulgada de alto. Una roca brillante pintada con un patrón de mandala se encuentra a la izquierda de la puerta y una roca cubierta de cristal a la derecha.
Cada casita diminuta tiene un toque especial: sin duda son lugares que a cualquier hada le encantaría vivir. Escondido bajo los arbustos y excavado en las bases de enormes árboles, rodeado por el olor de flores vistosas y el gorgoteo de una cascada, el escenario no podría ser más encantador.
Al final del recorrido se encuentra un cofre del tesoro de tres pulgadas de alto lleno de joyas de colores. “Bueno, espero que hayas disfrutado tu recorrido por el jardín de hadas”, dicen las palabras en el cartel, “porque realmente lo disfruté mucho. Por favor llévese una joya para recordar su visita “.
Esta tierra de hadas se ha guardado para el próximo invierno por ahora, pero aún puede realizar la visita guiada completa a través de este video..
Es un maravilloso recordatorio de la magia que nos rodea, y de cómo necesitamos reducir la velocidad el tiempo suficiente para verla.
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– Traducido al español por Aletheia Jurado