Photo by University of Sheffield / Desert Gardens

Científicos británicos han logrado cultivar exitosamente tomates, pimientos, berenjenas y ciertas especias en el desierto usando colchones desechados que estaban destinados a terminar en la basura.

Este sistema innovador, que fue probado en un campo de refugiados en Jordania, puede ser aplicado en cada refugio alrededor del mundo, ayudando a millones de personas a sobrevivir en terrenos estériles.

Ya que los trabajadores desechan cientos de colchones de esponja en campos de refugiados alrededor del mundo, científicos de la Universidad de Sheffield comenzaron a desarrollar una esponja “de tierra” en sus laboratorios con la esperanza de usar los materiales de esta como un medio para cultivar.

El equipo de investigadores, liderado por Tony Ryan, PhD, tienen una alta experiencia en hidroponía: una técnica en la cual las plantas desarrollan sus raíces en una solución de agua y nutrientes esenciales en vez de tierra. Este método utiliza 70-80% menos cantidad de agua que al plantarlas directamente en la tierra, además de eliminar la necesidad de pesticidas.

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En la primera prueba de este tipo, los investigadores trabajaron en con un grupo de refugiados de Siria en el campamento Zaatari, que ha servido como refugio con varios refugiados que tienen experiencia en agricultura.

Les enseñaron a los participantes como rellenar los contenedores alrededor del refugio con esponja de colchón y a crear la composición de nutrientes adecuada. Posteriormente dichos cultivos fueron plantados directo en la esponja para darle soporte a las raíces mientras la planta crece.

Trabajando cercanamente con los refugiados, el equipo ha creado exitosamente “jardines desérticos” que proveen a las personas en los centros de refugio de vegetales y especias, oportunidades de entrenamiento, y creando un anhelado verdor en un desafiante desierto.

Photo by University of Sheffield / Desert Gardens

“Los refugiados con los que hemos trabajado han usado nuestro entrenamiento para realizar el proyecto por si solos, cultivando cosas que no nos habías imaginado podía lograrse en un ambiente desértico usando materiales reciclados.,” dijo Ryan.

“Sólo somos el comienzo de lo que puede ser posible, en términos de lo que los refugiados y sus situación puede enseñarnos sobre nuestro prometedor futuro.”

Cerca de 1.000 refugiados han aprendido como manejar el sistema hidropónico y el equipo cree que esto puede beneficiar aún más personas en el mundo.

El proyecto ha proporcionado a las personas las técnicas y herramientas que necesitaban para poder cultivar y cosechar su propia comida y tener un futuro trabajo, también mejorar su salud mental y la jardinería del campamento.

A cambio, los científicos han aprendido de los refugiados el uso de la esponja en situaciones de la vida real y han demostrado el potencial de cultivar de manera más sostenible y en lugares con tierra estéril.

El gerente de proyecto Desert Garden -Jardín Desértico- Moaed Al Meselmani, PhD dijo: “Soy un investigador y soy un refugiado Sirio, que ahora está ayudando a otros como yo a aprender nuevas habilidades y alimentar a su familia con especias y vegetales frescos en el desierto.

Photo by University of Sheffield / Desert Gardens

Cuando te ves obligado a huir de tu hogar, son las cosas sencillas las que extrañas, como una taza de té de menta fresca o enseñarles a tus hijos como plantar una semilla. Este proyecto conecta a las personas con las personas y les da esperanza para su futuro.”

Los investigadores de Sheffield ahora esperan recaudar £250.000 con su propuesta de Desert Garden para volver al proyecto sostenible. El dinero será usado para proveer de semillas, nutrientes y entrenamiento a otros 3.000 refugiados

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés), que maneja el campo de Zaatari, provee a los refugiados sirios de suficiente dinero para alimentos básicos como pan y garbanzos. Frutas y vegetales, suelen estar fuera de su alcance y el té de menta es considerado un lujo.

El profesor Ryan, director del Centro para Futuros Sostenibles de la Universidad de Grantham, dijo: “El UNHCR lo ve como algo que puede funcionar en un casi cualquier campo de refugiados para mejorar su salud mental y bienestar general.

Puede hacer que los jardines desérticos pueden ser una opción económica y culturalmente sostenible en Jordania, podemos hacer que esto se realice alrededor del mundo para ayudar a millones de refugiados.”

Duncan Cameron, PhD director del Instituto para Comida Sostenible en Sheffield, dijo: “Es sorprendente lo que le pasa a un colectivo de seres humanos que han migrado cuando se reúnen y es iluminado por una urgente realidad.

Nuestra investigación en tierras sintéticas significa que podemos reimaginar el problema de desechos del UNHCR en dónde los trabajadores auxiliares vieron colchones usados, nosotros vimos una alternativa para un sustrato alternativo de cultivo.

“Este proyecto es sobre la co-creación, no acerca de ‘aterrizar buenas ideas’. Como científicos, hemos aprendido tanto de los refugiados acerca de como nuestra investigación puede ser aplicada en el mundo real, y ellos han obtenido habilidades para su futuro.”

(MIRA este video de la Universidad de Sheffield a continuación…)

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– Traducido al español por Aletheia Jurado

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